El sábado pasado estuve en el teatro Olympia disfrutando de Metamorfosis, un espectáculo de La Fura dels Baus.
He tenido la semana bastante movida y aunque tenía ganas de comentar algo del tema, me ha sido imposible encontrar un hueco para el blog.
Pero volviendo al asunto y como iba diciendo, se representaba La Metamorfosis de Kafka pero desde una visión furera. Aunque en el libro aparece más clara la metáfora surrealista del insecto, en esta historia el personaje de Gregor no aparece como tal pero se siente y se ve a sí mismo como un insecto, igual de despreciable e incapaz de contarle a los otros lo que le pasa.
Aunque no me gusta desvelar las historias creo que esta es por todos conocida… En este caso, lo interesante es presenciar la puesta en escena.
El protagonista pasa de ser una persona admirable con una vida respetable a encontrarse sólo, herido, abandonado por sus amigos y compañeros de trabajo. Con una familia que no sabe como actuar y víctima de la desgracia y el miedo al mundo exterior.
Se pueden hacer muchas lecturas. Habla de la sociedad en la que vivimos y hace pensar en la situación en la que se puede encontrar una persona, en lo difícil que puede ser ayudarle para algunos o incluso lo desapercibida que puede llegar a ser para otros.
Como ya había estado viendo a la Fura en un espectáculo callejero, antes de llegar al teatro, ya llevaba una imagen en mi mente de lo que iba a presenciar aquella noche pero me equivoqué totalmente. No era La Fura tan espectacular ni performera que esperaba, era más teatro pero con matices diferentes. Lo original es que se integran elementos teatrales con audiovisuales.
La escenografía es distinta a la del clásico y puro teatro. Un enorme cubo de cristal simboliza la habitación donde se desarrolla la situación insostenible que vive el protagonista. A este cubo, se le da vueltas. Tiene varias ventanas y puertas en todos sus lados pero Gregor no puede escapar, ni siquiera lo intenta. Eso era lo más llamativo y atrayente del escenario. El resto de la casa donde vive la familia se representa con escaso mobiliario. Unas simples sillas, mesas y lámparas recrean las diferentes escenas.
Me gustó, fue algo diferente. La próxima vez que venga La Fura a Valencia con un espectáculo nuevo, no lo dudaré, seguro que vuelvo.
.